Antes de empezar a leer, advierto que este artículo tiene altas dosis de sarcasmo, al punto de explotar la máquina detectora de sarcasmo de los Simpson.
Una vez avisados, entremos en faena.
Es verdad que el título quizá os dé cierto indicativo de por dónde voy, pero dejarme poneros en cierta situación.
Desde que el tiempo es tiempo y los videojuegos aparecieron en televisión se les ha tenido cierto ¿miedo?, ¿respeto?, sinceramente, lo que se le ha tenido es ignorancia. La ignorancia de por sí no es mala, siempre que vaya acompañada de curiosidad, el resultado final es conocimiento, pero ¿qué ocurre cuando se junta ignorancia con simple miedo? ¿Y si a ese cóctel le añadimos una pizca de bombo gracias a los medios? Pues tenemos un desastre, el miedo por el miedo.
En un mundo idílico, la madre, el padre, el tío, o el pariente X si ve un contenido que le sorprende o que le preocupa busca información, el problema (¡más problemas!) es que los videojuegos vinieron en un momento donde internet todavía no había llegado a nuestras casas y la mayor fuente de información era el periódico, la televisión y el boca a boca. Añadimos que no estamos en un mundo idílico y tenemos otro resultado horrible, que la gente por desgracia hace barbaridades y que a los medios les encantan. Todo esto nos lleva a nuestro primer punto.
Los Videojuegos me hacen violento
Lamentablemente hay muchos casos sonados de noticias relacionadas por casos de violencia y videojuegos, uno de los más sonados en España fue el llamado "Asesino de la Catana", sin entrar en detalles o por si queréis leer la noticia, solo os diré que el asesino mató a su familia con una catana, en su habitación encontraron el videojuego Final Fantasy VIII, además el arma que se usó era un regalo dada su afición al videojuego. Una vez salió la noticia ¿cuál fue el titular? Ha sido por culpa de los videojuegos. Claro, nadie pensó por un momento que quizá el problema era psicológico, que quizá no se encontraba bien de salud mental, no, el problema era que le gustaba mucho el Final Fantasy VIII.
Poco a poco los videojuegos han sido más gráficos, y sí, también se ha dado el caso de ser más violentos, pero también han concebido maravillas, juegos como Gris, Hellblade: Senua´s Sacrifice que refleja de forma increíble las enfermedades mentales, Celeste o Life is Strange, son solo algunos de los ejemplos que se me vienen a la cabeza de juegos que rompen completamente con esa violencia que se les ha atribuido durante estos años.
Pero claro, si el niño es despistado es que juega mucho al Fortnite, o si es malo en los estudios es porque le absorbe el Clash Royal, qué malos los videojuegos ¿no? Como comentamos en nuestro primer podcast, la redacción de JayuSpell ha tenido un contacto bastante "estrecho" en la venta de videojuegos diaria y os digo una cosa, la proporción de padres diciendo "qué malos los videojuegos por A, B, C, X, Y, Z..." es directamente proporcional a los padres que no tienen ni idea de lo que le están comprando a su hijo. Para nosotros era gratificante ver cómo había unos pocos elegidos que sabían lo que les compraban, que elegían con ellos, que compartían esos momentos con sus hijos. Que curioso que estos últimos sí sabían que los videojuegos podían ser agresivos, pero gracias a ese interés sabían dirigir esa pasión de sus hijos.
Al final, en este punto, para mí la conclusión es clara, como dije al principio, los videojuegos no son violentos, pero la ignorancia si puede llevar a violencia. Siempre es más fácil señalar lo que desconocemos y decir ¡CUIDADO ESA MÁQUINA PUEDE ROBARME EL ALMA! que ir y hacerte una foto. Siempre es más fácil señalar a la vecina porque sus sábanas son más claras y el diablo la ha poseído, que ir a preguntar cómo lo hace ¿no? ¿por qué investigar? ¿por qué preocuparte de algo que no sea tu ombligo?. Yo os admito que he llorado con los videojuegos, que me han emocionado, los pelos de punta... Y sí, bazofias horribles que es casi mejor ni jugar, pero os diré que no me arrepiento de ni un minuto gastado en este arte que te permite zambullirte en historias increíbles, porque gracias a eso, gracias a usar esa pequeña ventanita para poder ver mundos tan diversos y personalidades tan dispares me han permitido ser como soy. Conozco mil casos como el mío, algunos más apoyados por su familia, otros para nada, pero no seáis tontos y permitáis que vuestros muros os impidan ver las cosas increíbles que puedes llegar a compartir detrás de los mismos.
El cine me hace gay
¿Sabéis una cosa? Yo le tenía envidia al cine, al principio de los tiempos (eryayo empieza a hablar, ¡LEERME!), cuando quise dedicarme a este mundo obviamente lo hablé con mi familia, y con varias personas, muchas, muchísimas. Bastante antes incluso de tener una idea sobre cómo hacerlo, saqué muchas cosas en claro, pero la que más me molestaba era, "A ver, es que los videojuegos no son un arte como el cine", nunca estuve de acuerdo con esta afirmación. ¿Por qué no podía ser como el cine? Los dos procesos de creación son muy similares, sobre todo en películas de animación, así que ¿por qué no podía serlo?. Escuché en este tiempo una frase que me encantó, pido disculpas a su creador, pero no recuerdo su nombre, la frase era "Los videojuegos son una película interactiva", no puede tener más razón.
A pesar de este hecho, nunca he odiado el cine, para nada, pero admito que me daba rabia, coraje, ese doble rasero a la hora de criticar el cine y los videojuegos, tenemos una película como Saw, una película infantil y nada sangrienta, para nada... Pues oye, que no salieron noticias diciendo que ningún hijo de vecino se había vuelto agresivo después de ver la película. ¿Imagináis que un niño ya no respeta a la policía por que ha visto Loca Academia de Policía? (Si, esta referencia tiene tiempo, tengo 30 tacos ¡lo siento!) Pues no, porque es cine y son historias inventadas. Entonces, ¿a qué se debe ese doble rasero?, como os decía, al interés de sentarte y ver qué es lo que se critica. La diferencia es que una película como mucho son 2 horas de "perder tu valioso tiempo" pero un videojuego necesita más.
Pues hasta aquí parecía que la historia se había mantenido enfrentando ese maldito rasero... ¡¡¡HASTA AHORA!!!
Para quien por un casual de la vida no sepa de lo que estoy hablando resumo.
Este 17 de Julio de 2022 se estrenó en los cines Lightyear, (si os suena ese nombre es porque era un futbolista) la película te cuenta la historia detrás de uno de los juguetes más famosos de los 90. Fuerte, valiente, la versión del Capi en astronauta (si vosotros no veis el parecido es vuestro problema).
Todo bien hasta aquí, el problema vino con las primeras reacciones al ver la película, no os lo vais a creer pero, ¡sale una escena de una familia feliz.... pero son una pareja lésbica! Dios mío qué locura en pleno siglo XXI ¡eh!
Este momento me hizo ver que esa delgada línea se rompió, nos habíamos vuelto idiotas, lo siento, pero es así. Rápidamente todo se sobredimensionó, carteles en las taquillas advirtiendo de "este contenido", adultos exclamando al cielo de cómo este contenido podía estar en una película para niños. Lo peor que llegué a leer fue la afirmación categórica advirtiendo que tales escenas podían influir en sus inocentes hijos, según ellos para mal, claro no vaya a ser que tengan la mente más abierta que los susodichos adultos, eso no se puede permitir...
Una película infantil, creada por Pixar y Disney (esta última dando grandes pasos en el mejor sentido para normalizar algo que debería serlo de base), una película pensada para padres que crecieron con Toy Story y sus hijos que no tuvieron esa oportunidad, todo pensado y adaptado a los tiempos que corren, y lamentablemente será recordada por una escena que quería transmitir una familia feliz pero la ignorancia sin sentido ha conseguido que sea recordada como la película que hace a mi hijo gay.
Ni los videojuegos me hacen violento ni el cine gay
Para terminar, quiero dejaros unas pequeñas conclusiones, os prometo que serán cortas, eso espero.
No todo el cine, ni todos los videojuegos son arte en movimiento, no tiene por qué serlo, al final es un entretenimiento y debemos tomárnoslo como lo que es. Si una imagen, una escena, un momento hace que en tu cabeza algo haga "clic", muy probablemente sea porque ese algo ya estaba ahí, latente, dormido, silencioso, pero ahí. Si os fijáis, no hablo ni de videojuego ni de cine, porque los dos pueden tener ese efecto en las personas y eso es increíble.
¿De verdad consideras que la escena de una familia feliz besándose hará que tu hijo, hija, nieto, sobrina, hermano, prima sea gay? Lo más seguro es que esos sentimientos ya estuviesen ahí y si hubieses dedicado un momento a conocer mejor a esa persona que quieres, te habrías dado cuenta y si ese sentimiento es recíproco querrá que seas parte de ese nuevo sentimiento.
¿De verdad consideras que tu hijo es más agresivo porque juega a juegos de disparos, lucha...? Pregunta cómo está, cómo se siente, averigua cómo está en el colegio, cómo está con sus compañeros, antes de señalar a un medio que desconoces, intenta conocer a esa personita que tanto te preocupa y tanto quieres.
Dejadme daros un consejo personal, a veces, no siempre, el refugiarte en otros mundos, en otras historias, en una aventura donde eres el protagonista, en una historia donde la protagonista vence cualquier obstáculo... es porque algo en tu/su mundo no va bien. Volver del trabajo, reventado, hastiado, pero decidir gastar 15 minutos en intentar ser parte de su mundo puede ser todo lo que necesita para que todo vaya bien. Si nunca haces esto y un día te das cuenta que "no reconoces a tu pequeña o pequeño" quizá no sea culpa de que ha cambiado, si no que tú no has estado atento a ese proceso y tampoco has sido parte de él.
Recordar que a veces ser parte del mundo de los más pequeños es cuestión de conseguirlo y no dar por sentado que debes serlo.
Me despido y cierro este artículo con una frase, seguirla o no siempre depende de vosotros, pero os prometo que os ayudará muchísimo y en todos los aspectos.
Jamás dejéis que la ignorancia os venza.
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