Cuando Hora de Aventuras y Tony Hawk tienen un hijo precioso
Al principio de los tiempos videojueguiles del "pequeño Dani” me centraba mucho en un juego y hasta que no lo terminaba no cambiaba de título ni plataforma (tampoco tenía muchas eh). En esos momentos no existían los platinos. En Crash Bandicoot 3 por ejemplo, si querías el 105% nadie lo iba a saber nada más que tú y la cantidad de horas que tenias que estar con el culete aplanado en el sofá o silla, o en Final Fantasy 7, los caballeros de la mesa redonda. Luego con los saltos generacionales de PS2 a PS3 o Xbox360 me centre un poco más en los juegos multijugador ya que estaban a la orden del día. Después volví un poco a los inicios y me centraba solo en un único título.
Con el tiempo, empecé mi vida laboral hasta el punto en el que estoy ahora y sumado a mi vida social (por raro que parezca, sí, la tengo) dispongo de muy poco tiempo para poder jugar, PERO, en cambio, puedo adquirir muchos más títulos que en el pasado. Lógicamente, la situación económica ha mejorado, pero también la “facilidad” para adquirir tu próxima aventura. ¿Cómo puedo jugar a tanto? Realmente esa sería la pregunta y la respuesta es más fácil de lo que parece: No puedo.
Por lo cual, ¿a qué juego me dedico de mi biblioteca de más de 100 títulos? Actualmente, estoy volviendo a retomar Elden Ring en mi PS4 aun siendo de mundo abierto (ya que evito este tipo de juegos, porque soy una persona muy curiosa y lo quiero investigar todo) y cuando estoy inmerso en juegos que requieren tanto tiempo, me gusta siempre tener un juego comodín a parte de mi “juego casa” como bien podría decir mi compañero Javier (Javi1 para los amigos vamos). Pero, un juego que sea rápido, directo, que no tenga unas mecánicas complicadas de narices o una historia que sea rebuscada o que directamente, tengas que buscarla. Estoy hablando de esos títulos como Loop Hero, Slay the Spire, Inscryption (por favor que juegarral) o algo más convencional o clásico como Hearthstone o Team Fight Tactics. Juegos rápidos que se puede quedar en una “run” o 3 o 4 partidas dependiendo de cómo haya salido siempre la anterior y quieras retirarte a tiempo.
Y aquí es donde más me voy a parar, ya que este artículo/análisis trata sobre uno de esos juegos que han conseguido engancharme y ese es: Olli Olli World. Nos encontramos ante la segunda parte del primer OlliOlli, un juego que salió en 2014 en ¡PSVITA! Ojo, PC y posteriormente ya salio para PS4 y PS3. Como podéis ver, es un juego totalmente diferente del cual os vengo a hablar, ya no solo en el apartado gráfico, si no también, en lo mecánico y jugable. El primer OlliOlli se podría decir de él que era un juego algo exigente, que te hablaba con un lenguaje totalmente hecho para los “skaters” y que te castigaba a menudo, no llegando a ser un simulador como el notable Skate 3 (sin desmerecer a las demás entregas) o los tan míticos Tony Hawk, sobre todo los de PSone.
Bien, dicho esto; ¿sabéis lo que es un Ollie North? ¿un Backside pop shove-it? ¿No? Pues yo tampoco, por eso, este es tu juego y también lo ha sido el mío. He tenido mis primeros pasos en juegos de skate, como he mencionado anteriormente, con los títulos de Skate (concretamente el 2 sobre todo) y los Tony Hawk de PSOne y también, alguno de PS2, como los Underground y no han sido nunca santo de mi devoción, me entretenían, pero cuando llegaban a la parte técnica o te exigían X combos en el momento de una prueba era en plan, venga, hasta luego.
Uno de los aspectos más "divertidos" del juego es poder personalizar nuestro personaje a nuestro gusto. Cuanto más Psicodélico, mejor, creedme.
Lo que más me llamó la atención de Olli Olli World fue sin duda su apartado técnico y artístico. Es como si Tony Hawk y Hora de Aventuras se dieran la mano en una auténtica oda al skate. Sin exagerar, es un homenaje de principio a fin, pero totalmente adaptado a todos los públicos. La historia de Olli Olli World es muy simple, hay 4 grandes dioses del skate y todos los años un nuevo “ser” puede llegar al Gnarvana, el cielo de los dioses de los coleguis del monopatín (Dios que feo y gracioso ha quedado esto a la vez). El cual solo se consigue si superamos todas las pantallas de los 5 “continentes” que tendremos en Radlandia, nuestra tierra.
Radlandia constará de 5 territorios, cada uno con su estilo propio, fases de niveles y Dios propio para echarle el ojo a nuestro estilo
El sistema de trucos, así como sus controles es sencillo hasta decir basta, de hecho, el propio juego te recomienda que juegues con el mando. Simplemente nos impulsaremos con un botón, usaremos los joysticks para hacer TODOS los trucos y poco más, algún botón R o uno de los gatillos de nuestro mando y chin pun. A lo largo de las diferente áreas, como he comentado anteriormente, algunas de los escenarios nos mostrará un tutorial y ese nivel se basará solo en ese truco para que te vayas memorizando todo y poder “deslizarte” cual pluma movida por el viento en el resto de pistas.
Cabe destacar que en ningún momento Olli Olli World nos exige, nos ahoga, ni nos obliga a ser unos maestros del skate (como prácticamente te obligaba el primer Driver con su tutorial de conducción). Las diferentes pantallas tienen todos estos trucos que nos han ido enseñando, mil maneras de poder completarlos y diferentes caminos junto con desafíos que hacen que la experiencia sea plena para los más coleccionistas. Es aquí la magia del título; su simplicidad, su sencillez y su maravilloso estilo artístico hacen que sea una gozada jugarlo. Un juego rápido, directo y que no tiene pelos en la lengua, lo que ves es lo que hay, ni más ni menos.
En nuestra aventura estaremos acompañados por estos 4 personajillos, los cuales nos irán guiando con los tutoriales y a su vez nos irán explicando diferentes anécdotas o curiosidades de la zona, aunque a veces, no sean trascendentales...
Conforme iba jugando intentaba mejorar cada vez más mis trucos, conseguir los objetivos adicionales, pasar el nivel sin activar los checkpoints, intentar acceder por las rutas más difíciles y sobre todo pasármelo bien, y ya os digo que lo ha conseguido. ¿Tenía un ratito libre antes de una súper reunión de JayuSpell? Pues un par de pantallas. ¿Tenía más tiempo libre? Pues muchas veces he decidido entrar a Radlandia para intentar darlo todo y pasármelo genial y sobre todo desconectar, que es lo que tanta falta hace cada vez que decidimos ponernos a los “mandos” (o teclado y ratón claro)
Si queremos llegar a ser los mejores del mundo, tenemos a nuestra disposición el truccionario que cuenta entre otras cosas, con el recorrido que debemos hacer con el joystick para dejarlos a todos boquiabiertos con los diferentes trucos.
Olli Olli World no deja de ser un juego de plataformas en 2D apto para todos los públicos, con una estética súper colorida y una BSO lofi que nos ayudará a entrar en ese “remanso de paz” que nos intenta transmitir el juego. Una jugabilidad que te incita a querer más y más dada su simplicidad, pero no por ello exenta de una leve dificultad. ¿Tiene algo malo? Pues posiblemente tendrá muchísimos errores que no he podido darme cuenta, pero en mi partida os puedo asegurar que ha ido todo perfecto y rodado, solamente he podido ver cosas buenas de él. Para mí, se ha convertido en un juego muy a recomendar cada vez que me pregunten y sobre todo, aunque suene exagerado, en uno de los GOTY de este año con una propuesta diferente y fresca, que consigue lo que se busca a la hora de empezar un juego, disfrutarlo hasta el final.
¿Estoy echando una carrera con un oso montado en un flotador con sus manitas en la pancita? Joe, que largo para repetirlo, la respuesta es SÍ. GO-TY.
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