El estudio Abylight nos pone a los mandos de un campamento militar lleno de humor
Si cogemos el género simulación, le añadimos un toque de humor y ambientación militar, conseguimos una entrada perfecta a este género, nace One Military Camp.
Los géneros de simulación me gustan y mucho, tenemos algunos referentes como los Two Point o incluso los Jurassic World que son juegos densos con bastantes mecánicas que te absorben y esto, para los jugadores veteranos está muy bien, pero, al menos para mí, no son buenas recomendaciones para alguien que quiera empezar a jugar a juegos de simulación y gestión, pero, One Military Camp si es esa buena recomendación.
One Military Camp nos plantea la reconquista de un país que está sufriendo la tiranía de Dragan (¡maldito Dragan!) para ello nos pondrá a los mandos de un campamento militar del que nos hará de instructor el Sgt. Hawkins. ¿Nuestro deber? Hacer que un campamento, al principio ruinoso, se convierta en la base de la revolución, reconquistemos los territorios perdidos y ¡rechacemos a esos gusanos!
La gestión es bastante sencilla, al menos sobre el papel, tenemos 4 tipos de suministros: comida, combustible, medicinas y munición. Los podremos conseguir con los distintos proveedores que nos los venderán a diferentes precios, aunque, y aquí tenemos el primer tirón de orejas, no hay diferencia entre proveedores más allá del precio, un ejemplo claro sería, el primer proveedor de comida te vende la comida a 3 de oro la unidad y el siguiente proveedor que consigues te la vende más cara. Esto provoca que no tenga mucho sentido tener diferentes proveedores más cuando la única diferencia es el valor de la unidad, más adelante si consigues otros con mejores ofertas, pero ¿Qué utilidad entonces tienen estos primeros que te dan lo mismo pero más caro?.
Estos suministros junto al dinero, harán que podamos desarrollar poco a poco nuestro campamento. Pero queda el recurso más importante, nuestras unidades. Antes de nada tenemos que dejar claro que One Military Camp no es un RTS, no generamos unidades cuál ejército y las mandamos a destruir la base contraria, para nada, aquí debemos sopesar cuantos soldados podemos tener y su entrenamiento. Aparte, tenemos que contratar al personal de la base, ¿no esperarías que un soldado entre salto de obstáculos y entrenamiento de espionaje ponga también tiritas, no?
Cada poco tiempo llegará al campamento un transporte, del cual bajará un recluta, según sus aptitudes, de nosotros dependerá contratarlo o no y si decidimos contratarlo, en qué puesto.
Para esto el juego se vale de 4 estadísticas: Velocidad, Fuerza, Inteligencia y Puntería. Por si fuese poco también pueden venir los reclutas con mejoras o desventajas, en la imagen podéis ver que si lo asignamos a Oficial de Seguridad mejorará más rápido este soldado, PERO, también es blandito y tiene un 5% más de probabilidad de lesionarse o enfermarse, de nosotros depende contratarlo o no. Si lo contratamos, automáticamente pasa a realizar su labor, si lo rechazamos esperará al próximo transporte y se irá (me he sentido mal rechazando a gente sin pisar el campamento).
Así de sencillo mandaremos a nuestros soldados al combate
Conforme el campamento va creciendo también lo hacen sus necesidades, todo el mundo necesitará un sitio para dormir, para comer y todo funciona con electricidad, estas necesidades harán que tengamos que distribuir el campamento de forma lógica, al menos si queremos que Dragan no nos conquiste.
Una vez vayamos teniendo nuestros soldados especializados iremos mandando a hacer misiones, cuando cumplamos con los requisitos mandaremos a nuestros soldados a cumplir la misión, el juego representa esta misión enviando un helicóptero al punto, esperando un tiempo y volviendo a la base, en este punto creo que han simplificado esta mecánica que rige el avance del juego, en un juego donde el objetivo es reconquistar el país hubiese estado bien alguna animación extra o algo más, ya que, aunque el tiempo de espera es corto, te da la sensación de juego de móvil.
Si conseguimos esta victoria frente a Dragan (¿he dicho maldito Dragan?) ese territorio pasará a ser libre, con ello podremos conseguir diferentes mejoras, desde más dinero de forma diaria a un nuevo proveedor de un recurso, conseguir aumentar los reclutas con algunas mejoras en particular o una nueva base donde seguir con nuestras operaciones, pero con otras características, hasta 3 biomas tenemos en total.
One Military Camp tiene mucho cariño al detalle, se nota el mimo de Abylight Barcelona a su juego, es muy entretenido ver cómo son los edificios por dentro, cómo cambian cuando los mejoras o las rutinas de tus trabajadores/soldados.
He comentado al principio que One Military Camp es una muy buena entrada al género de simulación, pero no creáis que por ello es sencillo, hasta que desbloqueas ciertas mejoras que automatizan algunos procesos debes estar muy atento a todo, por suerte la barra de abajo a la izquierda te ayuda muchísimo para indicarte todo lo que puedes tener pendiente y acceder de forma rápida. Sin ir más lejos yo estuve a punto de tener que reiniciar la partida porque me quedé sin energía y estaba sobrecargando el resto de generadores y todo por culpa de un espía (no os cuento más que es Top Secret ¡JA!).
Por desgracia no todo son sonrisas y entrenamiento en nuestro campamento (ya le gustaría al Sargento Hawkins), el juego peca de ciertos fallos que en este género hay que tener cuidado con ellos, uno que me ha dado especial rabia ha sido la imposibilidad de mover los edificios, al menos si existe esta opción no he sido capaz de encontrarla, una vez construido algo si querías moverlo solo puedes demolerlo y volverlo a construir, con el dinero que conllevan las dos acciones.
También hemos tenido dosis largas de repetición, llegados a cierto punto no hay nada que hacer más que esperar a que mejoren tus soldados y puedas especializarlos, se suaviza bastante cuando avanzas y consigues agilizar ciertos procesos, pero hasta entonces, se hace algo lento y repetitivo.
Os he comentado varias veces que se puede mejorar el campamento, que se especializan soldados pero ¿cómo? Pues con algo que me ha encantado, este señor árbol de mejoras. Gracias a este árbol conseguiremos mejorar los edificios, hacerlos más óptimos, con más capacidad, desbloquear diferentes especializaciones. Es uno de los árboles de mejoras más sencillos, pero a la vez eficientes que he podido disfrutar, además, como os he dicho, cada mejora viene con un cambio de aspecto al edificio y eso me encanta (pero no puedo con IKEA ¿Qué cosas eh?).
Uno de los puntos fuertes de One Military Camp es la elección de tu personal y dónde asignarlo, pero CUIDADO no hay vuelta atrás
Hay bastante contenido en el horizonte para nuestro campamento, soporte para Steam Deck, mejoras en las misiones, funciones de autosuficiencia, modo sandbox, personalización del campamento, integración con Twich, 2 biomas nuevos... Puede que te digan más o menos, pero algunos de ellos le van a dar esa profundidad que os he comentado que le puede faltar.
Abylight Barcelona se ha sacado del búnker (que bien hilado ¡eh!) un juego de simulación con una muy buena base, si, tiene margen de mejora, pero como os decía, es una entrada perfecta al género de simulación, con una gestión nada desdeñable y un humor absurdo (me encanta) os lo recomiendo mucho, ¿su precio? 24,99 € y en Steam su primera semana de lanzamiento contara con un 10% de descuento, ¡DISPONIBLE ESTE 2 DE MARZO EN STEAM RECLUTA!
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